Formación teórica más amplia y práctica más completa.
Las pruebas para obtener el permiso de conducir han cambiado. Lo que se pretende con esta modificación es que el alumno demuestre que realmente está cualificado tanto en formación teórica como práctica, el aspirante deberá hacer ver al examinador que conoce las normas y tiene autonomía suficiente para un manejo total del vehículo.
En la prueba teórica lo que se trata de lograr es evitar que se aprendan las preguntas de memoria. Con la implantación del nuevo examen, se quiere conseguir que el alumno entre al aula, acuda a las clases teóricas y aprenda la normativa para que, de este modo, más tarde pueda aplicarla de una manera eficaz a la práctica. Se han informatizado los cuestionarios y se ha ampliado de 800 a 15.500 la base de preguntas para todos los permisos que se actualizarán continuamente. El lenguaje será más fácil y sencillo de comprender y las fotografías más claras. El examen constará de 30 preguntas y tendrán 30 minutos para poder responder. Se permitirán tres fallos como máximo.
En la prueba práctica también hay cambios entre los que resaltamos comprobaciones mecánicas previas a la circulación, el manejo total del vehículo durante 10 minutos haciendo una conducción autónoma sin seguir ninguna instrucción del examinador y, por último, la importancia que en los últimos años tiene saber realizar una conducción eficiente, la cual los examinadores valoraran también en la prueba. Al finalizar el examen, el examinador, en presencia del profesor, explicará brevemente al alumno los fallos cometidos.